animales domesticos

En Europa, más que en ningún otro sitio, los animales domésticos o animales de compañía son de gran uso; y principalmente los perros.

El gobierno tiene establecidas ciertas leyes que obligan a sus dueños a implantar un chip de control en los animales y, se estima, que una mayoría de sus dueños siguen las normas básicas de alimentación y salud física de los animales, los sacan a pasear, recogen sus deposiciones. Sin embargo, ¿qué camino lleva la salud psicológica de estas mascotas?

Por otro lado, cuando una persona compra un perro, no suele adiestrarlo; se dedica a darle las cosas básicas y a verlo crecer con excesivo amor y sin disciplina. Esta actitud no permite sino que el animal adquiera un carácter, en muchos casos, enfermizo, que luego se contrapondrá con las costumbres más cotidianas de su dueño, convirtiéndose en un obstáculo social en lugar de seguir siendo una bonita y agradable compañía.

Posteriormente, un cúmulo de circunstancias como largos periodos de soledad, regaños, gritos y hasta golpes, para un animal que posiblemente comprende poco de lo que está sucediendo o, simplemente que con su actitud "irregular" lo que está es demandando mejor atención de parte de su amo.

El perro, en concreto, es un animal territorial y jerárquico que establece su superioridad con base en un cariño desmedido por parte de sus dueños. Un perro abandonado en la soledad de un patio, jardín o piso, actuará con rebeldía, rompiendo objetos, ladrando sin razón, comportándose agresivo, haciendo sus necesidades en cualquier lugar, entre otras actitudes.

Algún tipo de adiestramiento permitirá que por lo menos usted pueda sacar a su mascota sin que se comporte como un animal salvaje, que obedezca (guarde compostura ante la superioridad de su amo).

Si una mascota por fuerza mayor tiene que ser sometida a largos periodos de soledad o abandono en recintos cerrados, la mejor opción es optar por donarla o regalarla a quien pueda dedicarle tiempo.